Hace unos días, el senado español votaba a favor de una propuesta para la prohibición el uso del niqab y el burka en espacios públicos. Lo que no nos han dicho es que lo que realmente buscaban era acabar con los héroes defensores del bien y la justicia. Personajes como Batman, Spiderman, etc.
A alguien le puede sonar a chiste o a broma de malgusto, pero en realidad, no es ningún chiste ni ninguna broma. Lo que hay tras la prohibición del niqab y el burka en los espacios públicos, es la lucha contra una fe y un sistema de vida - al que se quiere ir ahogando y demonizando poco a poco. Un sistema humano que, hoy día, es el único que verdaderamente puede aportar a la persona la capacidad ideológica y espiritual, que le hagan capaz de luchar y reclamar la justicia y el bien para toda la humanidad. Ello no significa que no exista otros movimientos o sistemas políticos o sociales que proclamen estos princpios, pero el Islam es el único sistema global que puede hacer de la persona un ser que luche, hasta sus últimas consecuencias, por principios como la justicia y el bien; un sistema que es el único que puede presentarse como una auténtica alternativa veraz y factible para acabar con el sistema corrupto que impera en nuestra sociedad y en todo el globo de la tierra. Y quien no se lo crea, que mire a su alrededor y vea cómo, desde las altas esferas - aquellas a las que sólo les interesa oprimir al pueblo en su propio beneficio - se han montado toda una campaña de descredito y animadversión para con el Islam y los musulmanes, tildándolos de terroristas, extremistas, retrógados, incivilizados... y toda una serie de descalificaciones, ni política ni éticamente correctas.
Lo que sí es verdaderamente inmoral - a modo de ejemplo real y fehaciente - es que cuando se hable del tema de la poligamia, siempre aparezca la típica risita idiota e imbécil en el rostro de muchos descerebrados, y luego, no ocurre nada cuando sabemos que en nuestro país, la gente "moralmente correcta" se gaste 30 millones de euros diarios en prostitución (sin contar pornografía y demás productos de esta índole). Pero lo vergonzoso - en tema de vestimenta y ética - es que en este país, no haya una ley esplícita y tajante que prohíba a una persona ir desnuda por la calle. Quien quiera más información que eche un vistazo a esta noticia de hace un tiempo atrás:
Lo que también es inmoral, es que juguemos con una doble máscara moral. Es decir: en un espacio público - como lo es la playa - una mujer puede ir incluso únicamente con la parte inferior de un biquini, pero si se atreve a ir vestida así en un centro comercial o en la calle, es detenida. Señores, seamos serios y seamos moralmente correctos, y no únicamente políticamente correctos.
Pero bueno. De todos es sabido que vivimos en un mundo donde ya no hay espacio para los héroes y para aquellos que quieren defender la justicia y el bien social. Ya no les queda más lugar que las series de dibujos animados y el cine; en otras palabras: un mundo ficticio lejano de toda realidad. Pero no perdamos la esperanza, pues siempre nos quedará los ninjas y los nazarenos.