lunes, 26 de octubre de 2009

INTERVENCIÓN DE VICENTE (MANSUR) MOTA, EN EL ENCUENTRO DE IMAMES Y GUÍAS DE ESPAÑA. VALENCIA, 24-10-09

Por Vicente Mansur Mota
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El número de personas que componen la comunidad musulmana en nuestro país, ha ido “in crescendo” de una manera considerable en los últimos años, y, en igual medida, la acuciante necesidad de los musulmanes de disponer de imames y guías capacitados que satisfagan las necesidades particulares y propias de la comunidad musulmana.

Cierto es, que, porcentualmente, el número de imames o guías por personas musulmanes es muy bajo. Si bien en cuanto a número, los imames no pueden dar abasto y satisfacer todas las necesidades de los musulmanes – sobre todos las particulares y las que exigen una demanda más especial de trato cercano y diario –, si que pueden aunar sus esfuerzos de manera conjunta, para representar y defender aquellos intereses generales que las circunstancias requieren en nuestra realidad presente y futura a corto plazo.

Antes de empezar un camino, debemos conocer bien tres cosas:
- nuestros medios
- nuestras capacidades
- nuestros objetivos

Propongamos el siguiente ejemplo. Una persona puede tener un Ferrari y, sin embargo, no saber conducir, ni tener idea alguna de a donde quiere ir. Otra persona puede que sea un experto piloto de coches y, sin embargo, no tener ni un animal que le porte allá donde se lo haya propuesto. Y puede que haya una persona que, aun sin tener coche ni medios para desplazarse y sin saber conducir, sí que tenga claro a donde quiere dirigirse y cuáles son sus metas.

Lo mismo ocurre con estros tres elementos que acabamos de citar. Por muy buen coche que tengamos y por muy expertos que seamos al volante, si no tenemos claro cuál es nuestro objetivo y a dónde queremos dirijirnos, seguro que haremos muchos menos progresos que aquel que no posee ni coche ni experiencia en la conducción, pero sí que tiene claro a dónde quiere dirigirse.

Si no se tienen en cuenta estos tres componentes ni se realiza un examen veraz y real de los mismos, poco podremos hacer por mucho que estemos unidos y que aunemos esfuerzos por una causa común. Por ello, la formación y el conocimiento del medio que deben tener los imames, lógicamente, debe ser de una exigencia mucho mayor que la de un musulmán de a pie.

Nos encontramos ante una necesidad imperiosa que exige de los imames y los guías de España la obtención de la conformación y el desarrollo de una entidad intelectual y espiritual personal, que les habilite para poder satisfacer las necesidades que el momento requiere. Esa nueva entidad, debe estar conformada en las parrticularidades y cualidades de la legislación islámica (shari’ah) y que deben ser conocidas por todo imam:

- La la legislación islámica es una ley señorial (rab-bâniyah), es decir, no debemos olvidar que la fuente de esta legislación es Alá y, que lo único que busca en los individuos, es su felicidad en esta vida y en la Otra y la manifestación por completo de la servidumbre plena a Aquel de quien proceden y vuelven todas las cosas: Alá.
- La realidad del medio.
- La percepción global de la dimensión humana y legal de esta legislación.
- La elección del término justo en cada acción.
- La flexibilidad entre los principios consolidados y el discurrir natural de las cosas, mecanismo éste, que exige, entre otros asuntos, la adaptación de ciertos elementos a los diversos contextos que gobiernan una situación.
- Y la manifestación del equilibrio de los diferentes intereses que se manifiestan en una realidad: los intereses de la sociedad en su pluralidad y del ciudadano en su singularidad; del adulto y del joven; del hombre y de la mujer; el colectivo y el individuo; etc.

En definitiva, una práctica del Islam coherente y consecuente con la realidad en la que viven inmersos cientos de miles de personas.

No olvidemos el caso - entre miles y miles que se han dado a lo largo de la historia del derecho islámico - del imam Shafi’i. En el desarrollo histórico de su derecho, es conocido su "escuela vieja" y su "escuela nueva". el imam Shafi'i vivía en Iraq y, cuando en la última época de su vida se fue a vivir a Egipto, cambio fetuas y preceptos que había emitido en Iraq. No porque legislara o realizara un nuevo trabajo intelectual bajo otras bases legislativas, sino porque es misma legislación - Shari`ah - le exigía que, el medio y la sociedad en la que se aplica el derecho, tiene su papel de legislador e influyente en el derecho. Y, en consecuencia, emitió algunas opiniones diferentes a aquellas que en su día emitió cuando vivía en Iraq.

Es por ello, que quines primero deben percatarse de la realidad en la que nos desenvolvemos y dominar los medios que harán factibles todos aquellos objetivos que lleguen a plantearse en pro de la comunidad musulmana, deben ser los imames y sus guías. No podemos vivir aislados ni apartados de una realidad que plantea numerosos y grandes retos día a día.

Dormirse hoy, significa rezagarse, retrasarse y, consecuentemente, anclar la mente en un pasado, frente a un futuro con una realidad totalmente ajena a la presente; y despertar hoy, significa percatarse, adelantarse y, consecuentemente, revivir para un futuro, no salvo de retos, pero prometedor para quienes poseen la ambición y la capacidad de enfrentarse a ellos.
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EN ESTE LINK, PUEDES ACCEDER A IMÁGENES TOMADAS DEL ENCUENTRO:
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